Cada vez que escribo, Marquito se
trepa entre mis piernas y mira sorprendido mis lentes y la pantalla de la
computadora. Tal vez se pregunta qué poderes tienen esos artilugios que me mantienen
tan concentrado. Luego se sienta en el piso y vuelve a su mundo de fantasía.
¡Qué rápido ha crecido Marquito!,
me dice Techi todas las noches, cuando cenamos y me cuenta los avances de mi
pequeñín. El otro día, dice, abrió la cerradura de la puerta y se echó a andar
por la calle. Libre como un pajarillo. Y
pensar que hace poco, era un tierno bebé, rojito, arrugadito, dormido en la
cuna. Luego se convirtió en un voraz consumidor de leche materna.
Ahora que escribo, lo veo
explorando todos los ambientes de la casa, descubriendo un nuevo rincón, una
nueva rendija por donde escabullirse. Le encanta abrir los cajones y las
puertas. Más de una vez sus deditos se han quedado aprisionados ¡auch! y
entonces su llanto parece el grito telúrico de un volcán. Pero ya aprendió y
ahora estira la palma de sus manitos para protegerse.
Marquito va por la casa ordenándolo
todo. Un orden que Techi y yo aún no podemos descifrar. Coloca los jabones
debajo de la frazada, los lapiceros junto con las verduras, los celulares
dentro de las ollas y sus zapatitos junto con mis camisas. También le gusta
arrancar las hojas de los cuadernos.
Desde que cumplió un año, sin
embargo, ha adquirido mayor velocidad y decisión. Si escucha la voz de la
vecinita, que tiene su edad, se empina para ver por la ventana y la llama en
voz alta. Entonces tenemos que sacarlo a la puerta para que salude a su pequeña
amiguita. También es imposible detenerlo, si decide jugar o simplemente caminar
después de la medianoche. (Caballero, a sacar los carritos y los aviones a las
tres de la mañana.) Aunque a veces pienso que esos juegos son parte de mi sueño.
Bueno, creo que mejor dejo de
escribir, porque desde hace cinco minutos Marquito está silencioso debajo de la
biblioteca. ¿Qué está haciendo mi pequeñín?
¡Hijito, no! ¡Deja eso! ¡Mis libros no! ¡No, no, no! ¡Noooooooooooooo…! (continuará)